Desde la cultura del alma, del yo encontrado y en la noche mágica de Sayago, sus vientos y estrellas, desde la mano de nuestra señora Virgen del Castillo, crece el camino de la libertad acompañada por la bendición de Dios sobre nuestros cascos.
Sayago Místico ha sido diferente, encuentro del yo con el yo, del respeto por la vida y de la busqueda del viaje… el día y su noche nos ha llevado al mejor de los silencios.
Gracias Hėctor (nuestro párroco) por la proximidad en la bendición, por las palabras de protección y por el deseo profundo de seguridad a los motoristas.
Gracias por el respeto que nos has mostrado y el honor que nos has regalado.
Gracias a todos los que habéis participado y caminado a nuestro lado.
Sayago Místico va más alla y se aleja de la superficie para entrar en el fondo del alma.
Más de 230 compañeros fallecidos en lo que llevamos de año… seguiremos luchando.
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