… a Ramón Zapater Canales…

Desde Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas… a Ramón Zapater Canales…

Un honor haberte conocido y compartido tu sabia sabiduría… un honor que la bandera del motociclismo ondeara en el mejor de los vientos cuando entrabas en pista, en boxes o en tu almacén de magia moto…

Has hecho grande el motociclismo y lo has hecho recuperando la historia y haciéndola correr como el rayo, mostrando la endiablada magia de tu inteligencia… ganando mil batallas al tiempo… corriendo en moto más allá de los 85…

Desde el honor de haberte conocido… Sigue disfrutando de mil circuitos allá en el cielo…

Ayer 15 de octubre de 2017… perdía la vida en el circuito de Calafat Don Ramón Zapater Canales. Consiguió detener su moto antes de fallecer… su cuerpo dejó a su alma en libertad.

Gracias por ser uno de los grandes.

Se lo llevo el viento…

Como se lleva los momentos. Vivió viviendo sus sueños, regalando consejos. Vivió amando su pasión, batiendo récords, descubriendo límites, realizando obras de arte como artesano de la vida, eterno creador de sueños.

Se lo llevó el viento…

Y dejó en mis recuerdos, un alma llena de buenos consejos, un ejemplo de mil pasos por este sendero…

Vivió haciendo escuela. Escuela de la que fui alumno, amigo, compañero y con la mirada de quien mira a un maestro, a un genio, escuchaba sus silencios que llenaban de magia escondida la nave de este gran pueblo de Fraga.

1932 a 2017, mientras lo leía contenía las lágrimas… guardaba ese silencio y maldecía al tiempo, pero en una esquina de mi alma, allá donde se encuentra el diablo que llevamos dentro, una sonrisa emergía sabiéndote libre, entre mil circuitos, allí en los cielos.

Lo dejaste todo en silencio… en un circuito…peleándote con el viento… bajaste la velocidad hasta llegar a cero. Silencio… silencio… no digáis nada… que me muero.

Este que fue crio y se acercó a ti en nuestra Fraga… como amigo… desde el alma y los recuerdos… no dejes de perseguir sueños… allá en tu cielo.

Como amigo… gracias por tu herencia de pasiones, por tus mil consejos.

Permíteme solo un silencio… para llorar a escondidas tu recuerdo.

A Ramón Zapater