En menos de 20 días de octubre, al menos han fallecido 24 motociclistas y resultado heridos 88. Resultado de 100 siniestros de tránsito.

La D.G.T. desorientada y la seguridad vial hecha bajo conceptos políticos y no técnicos, están ocasionando un daño a nuestro derecho a la seguridad vial irreparable. Unos daños que arrastra como consecuencia víctimas en crecimiento.

El Departamento de Seguridad Vial de la organización ciudadana Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas, advierte que es un “desastre” por insuficientes y desorientadas, las acciones preventivas que están realizando la Dirección General de Tráfico, el Servei Catalá de Tránsit y el Gobierno Vasco.

En menos de 20 días de octubre, al menos han fallecido 24 motociclistas y resultado heridos 88. Resultado de 100 siniestros de tránsito.

El 57 % de la siniestralidad con víctimas se ajusta al perfil de colisiones con otros vehículos, mientras que el 11 % son salidas de vía. La caída en calzada se representa en un 14 %.

Una vez más y en esta muestra de 100 siniestros, la mayor letalidad relativa la tiene la salida de vía.

De los 24 motociclistas fallecidos, al menos 14 motoristas han fallecido por choque con otros vehículos y al menos 5 han fallecido por salida de vía.

En la accidentalidad se ha mostrado una casuística que viene siendo especialmente representativa en los últimos años, el atropello a peatones en entornos urbanos.

Debemos recordar que estos accidentes en 20 días son tan solo la muestra a la que tiene acceso en equipo de investigación de IMU y que no representa la realidad, esto es, se han producido más accidentes.

La desorientación y la política como causa general.

Cualquier plan de prevención o posicionamiento relacionado con la seguridad vial debe estar presidido por el conocimiento.

La inseguridad vial es la mejor muestra del fracaso de la DGT, del SCT y del Gobierno Vasco.

Ni el gobierno central, ni el catalán ni el vasco, son capaces de encontrar las causas de los accidentes de tráfico de motoristas en su relación factorial, tan solo llegan a localizar sus consecuencias, los síntomas de la siniestralidad. Razón por la que el mantra “alcohol, velocidad, drogas” ha presidido su línea de prevención que lleva años declarándose equivocada.

Para mayor desastre y pena de los males del colectivo, la DGT en muestra gravísima de desorientación ha pasado olímpicamente de una gran parte de las medidas del “Plan estratégico para la seguridad vial de motociclistas y ciclomotoristas” que se realizó en 2007.

En el 2007, el plan para nuestra seguridad, en su árbol de soluciones, se representaban 36 medidas básicas con una propuesta asociada de 40 tipos de acciones y es ahora que comenta la DGT que sin haberlo probado hay que renovarlo. En 10 años, el nivel de aplicación del plan 2007 se sitúa sobre el 30 % aproximadamente.

En 10 años, bajo el plan que se creó bajo la tutela de Pere Navarro, hemos visto llegar a una Directora General de Tráfico incapaz de entender la seguridad vial y con actitud de dudosa honorabilidad, hemos visto llegar a un Director General de Tráfico que se ha subido al carro de “vamos a hacernos fotos todos juntos y a contar tonterías” y ambos, en una actitud política muy lejos de las líneas de la razón a través del conocimiento.

Y ahora nos dice ese Director General de Tráfico que va a incorporar unas líneas nuevas.

Va a señalizar mejor las carreteras o lo va a intentar. Pero no terminamos de entender si la ley exige una perfecta señalización de la carretera ¿está reconociendo que no hace su trabajo ante la ausencia de esa perfecta señalización?

Y como mejor novedad nos presenta la inyección definitiva para nuestra seguridad, los INVIVE. ¿Qué es esto? Nos atrevemos a decir que una tomadura de pelo y más como novedad.

Los INVIVE son tramos donde se intensifica la vigilancia de la velocidad, pero dice que lo va a hacer en los tramos de concentración de accidentes de motoristas y es que esa novedad, es la medida 29 del conocido Plan de 2007.

Pero si regresamos al plan de 2007 veremos que se proponían acciones concretas como:

  • Incorporar buenas prácticas para la convivencia coche-moto.
  • Posibilidad de utilizar el carril BUS.
  • Autorización de filtrado utilizando el lateral de un carril (para tráfico estático / segregación de tráfico por tipo).
  • Utilización de arcenes en carreteras de alta intensidad de tráfico (segregación de tráfico por tipo).
  • Concienciar a los conductores de vehículos de 4 ruedas sobre la vulnerabilidad de los motociclistas.
  • Etc etc

Nos salpica la duda y hacemos esta pregunta ¿por qué no se le hace caso al plan 2007? ¿Es cierto que es por estar aprobado en el consenso del GT52 y pertenecer a épocas dónde la DGT era dirigida por un Director diferente a los actuales?

La pobreza moral de una parte de la sociedad. Un factor decisivo.

Pero esta manifestación de la política salpicando las estrategias de seguridad vial y sus conceptos técnicos, la hemos podido observar recientemente en la actitud de una parte de la sociedad ante nuestra denuncia por arrojar sobre la calzada cera y no limpiarla provocando varios accidentes y caídas.

Una parte de la sociedad que se ha limpiado los cuartos traseros con el artículo 385 del Código Penal y otros de la Constitución como el 9 o el 14, en una actitud que ha defendido el hecho delictivo justificándola con una ausencia reiterada de la verdad cargada de indecencia moral dónde el riesgo de matar no tiene importancia y se defiende con baños de insensatez política y ausencia de conocimiento y formación.

El individualismo y el egocentrismo presiden cada paso de una sociedad contaminada en sus valores y que educacionalmente ha naufragado en el fracaso.

Este perfil de una realidad convierte los accidentes de tránsito en invisibles, el riesgo en asumible y el objetivo se dirige hacia un “… no doy a los demás, no entrego actos a los demás” y en ese espíritu egoísta crecemos, dejando en la cuneta del viaje de nuestras vidas la gratitud y el compromiso.

Pero cuando el dolor salpica las entrañas del individuo, es entonces, cuando su alma exige a su razón explicaciones y recogemos de la cuneta esa gratitud y ese compromiso olvidado. Pero también es entonces cuando pedimos ayuda, cuando aparece alguien que nos ayuda, que ha sido capaz de conservar esa gratitud y compromiso por y con la vida.

Convivir no es vivir, es participar de las obligaciones y necesidades sociales.

La realidad que condena nuestra vida como motoristas es la ausencia de razón y conocimiento basada en criterio técnico, la mentira y el desconocimiento.

Una vez más, la inseguridad vial en este país se sirve en platos de ignorancia cargados de mentiras y el resultado en 20 días han sido 112 víctimas motociclistas.

Recordamos que Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU) es un modelo de herramienta social integrada por ciudadanos y que tiene por principales objetivos la consumación de los derechos individuales y colectivos asociados a la movilidad de motociclistas. IMU ni se compra ni se vende política o económicamente, analiza, discute, actúa y trabaja.

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2017_SV_617_Accidentalidad_octubre_20 días 112 victimas

Departamento de seguridad vial

Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas

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